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Blog | 21 September 2021

La movilidad inteligente en una ciudad inteligente: Una herramienta para el progreso

Todo está cambiando en el mundo que nos rodea. Impulsados por diversas circunstancias, todos los aspectos de la vida cotidiana están pasando por un periodo de ajuste. La preocupación por la salud a nivel mundial, la lucha contra el cambio climático y la mayor atención a las cuestiones sociales tienen su parte en ello.

La forma en que nos movemos por nuestras comunidades no es una excepción. Cada vez más, la gente quiere utilizar medios de transporte sencillos, flexibles, seguros, rentables y con menor impacto en el medio ambiente. En respuesta a ello, muchos planificadores urbanos y autoridades de las ciudades están explorando formas de habilitar métodos alternativos mediante cambios en las carreteras, instalaciones e infraestructuras.

Pero estos planificadores tienen que saber dónde hacer la inversión adecuada en el lugar adecuado, especialmente en un momento en el que los presupuestos suelen ser ajustados, lo que significa que no pueden permitirse cometer ningún error. Aquí es donde la movilidad inteligente, y la tecnología y los datos que la sustentan, tienen un papel tan importante que desempeñar, y este blog explicará por qué.

¿Qué es la movilidad inteligente?

La movilidad inteligente pretende hacer frente al despilfarro económico, humano y medioambiental que se produce en pueblos y ciudades, donde muchos de los desplazamientos los realizan los individuos en sus propios coches. Para entender la magnitud del problema, un estudio de Deloitte ha descubierto que un estadounidense medio pierde 34 horas al año sentado en el tráfico. Para ponerlo en perspectiva, el ciclista ganador del Tour de Francia de 2021, Tadej Pogačar, completó las nueve primeras etapas en esa misma cantidad de tiempo, cubriendo casi 1450 km en el proceso.

Según Lukas Neckermann, autor del libro "La revolución de la movilidad", hay tres pilares centrales en la idea de la movilidad inteligente: cero emisiones, cero accidentes y cero propiedad. En la práctica, esto significa la promoción de una amplia variedad de modos de transporte alternativos. Esto puede incluir modos públicos como los autobuses, los sistemas de metro y los trenes ligeros, pasando por el transporte privado que se puede reservar y compartir, como los taxis, los patinetes eléctricos y los vehículos autónomos, hasta métodos personales sencillos como la bicicleta o incluso el simple acto de caminar como se hacía antiguamente.

¿Cuáles son los principales beneficios?

Cuando la movilidad inteligente está plenamente implantada, las ventajas de hacerlo se extienden rápidamente por toda una comunidad urbana. En este artículo se explican con más detalle, pero se destacan cuatro en particular:

  • Es más segura: menos coches en la carretera significa menos accidentes de tráfico, con la correspondiente reducción de lesiones y víctimas mortales.
  • Es más sostenible: la reducción de las emisiones de carbono del transporte contribuye a la lucha contra el cambio climático y ayuda a crear ciudades más limpias que permiten el crecimiento demográfico y económico.
  • Es más flexible: cuando la gente tiene más opciones de diferentes modos de transporte, y hay una mejor integración entre ellos, los tiempos de viaje se reducen al mínimo y es más probable que la gente haga uso de ellos
  • Es más fiable: un gran número de medios de transporte diferentes significa que la gente tiene alternativas en caso de problemas con uno de ellos. Cuando se conduce, la gente se retrasa y se interrumpe rápidamente en caso de atasco o avería.

¿Cómo funciona la movilidad inteligente en una ciudad inteligente?

En el contexto de una ciudad inteligente -en el que la tecnología ayuda a encontrar formas sostenibles de afrontar los retos de la urbanización- la movilidad inteligente puede ser enormemente transformadora. Los datos que la tecnología, como sensores y cámaras, puede generar pueden detectar tendencias en la utilización, o cualquier problema o punto conflictivo, que luego los planificadores urbanos y las autoridades de la ciudad pueden tener en cuenta a la hora de tomar medidas para resolverlos.

Esto es especialmente importante en el clima actual, en el que las rutinas diarias de la gente y las demandas de transporte han cambiado tanto. Por ejemplo, digamos que una ciudad con un gran Distrito Central de Negocios ha experimentado un descenso en el tráfico rodado durante las horas punta, porque el aumento del teletrabajo significa que hay menos personas que se desplazan a la oficina. Al mismo tiempo, el tráfico de bicicletas alrededor de los parques locales ha aumentado a la hora del almuerzo porque las personas que trabajan en casa aprovechan su tiempo de descanso para hacer ejercicio.

La tecnología de las ciudades inteligentes puede detectar estos cambios y permitir a los planificadores urbanos responder de la misma manera. Esto podría significar que, en lugar de construir más carreteras que conduzcan al Distrito Central de Negocios, o de construir más aparcamientos dentro de él, la inversión puede desviarse a proporcionar más planes de alquiler de bicicletas en el parque para satisfacer las demandas de los trabajadores remotos.

¿Cómo se pueden recopilar y aplicar en la práctica los datos de la movilidad inteligente?

Obviamente, la profundidad de los datos y análisis de movilidad disponibles para los planificadores urbanos es enorme, y puede ser fácil perderse en el mar de información cuando se trata de dar sentido a lo que está sucediendo y tomar importantes decisiones de inversión. Al mismo tiempo, las autoridades municipales que quieren utilizar la tecnología para obtener una visión de la situación, necesitan saber si las soluciones que aplican ofrecen un buen retorno de la inversión por cuenta propia.

Un ejemplo perfecto de una solución que cubre ambas prioridades es Street Smart, una plataforma interactiva, utilizable por sí sola o como complemento, que reúne una amplia gama de datos urbanos en una única plataforma fácil de usar. Ofrece imágenes aéreas y a nivel de calle de todas las zonas públicas de una ciudad, sobre las que se puede superponer todo tipo de mobiliario urbano y servicios: trazado de carreteras y señalización, señales de tráfico y marcas viales, disposiciones para peatones y ciclistas como carriles bici y cruces, infraestructuras de transporte público como líneas de tranvía y trolebús, etc.

El valor de una solución de este tipo para las autoridades municipales es que, cuando quieran realizar modificaciones en el entorno urbano para apoyar la movilidad, pueden evaluar de forma remota exactamente qué trabajo hay que hacer y cómo afectará a la zona circundante. Gracias a los datos geoespaciales y a las imágenes de 360 grados, se elimina la necesidad de visitar y estudiar cada lugar en persona, ya que el análisis detallado de todas las zonas puede realizarse desde un ordenador o incluso desde una aplicación móvil.

Como resultado, los planificadores urbanos pueden tomar rápidamente decisiones informadas y basadas en datos sobre dónde debe priorizarse la inversión, y crear ciudades más seguras y sostenibles para todos con la máxima eficiencia y el mínimo trastorno.

Identificar los tipos de movilidad más importantes para su ciudad es el primer paso fundamental para desarrollar una estrategia sólida en torno a los datos de movilidad inteligente. Obtenga más información, y explore cinco formas de maximizar el valor de los datos y análisis de movilidad inteligente, en nuestra guía práctica gratuita.